Hoy nos tomamos un café con David García Rodríguez, Ingeniero de Obras Públicas, y Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales

Encontrar un empleo cuando acabas la carrera no es fácil .

Con el paso de los años mientras estudiaba, Ingeniería Técnica de Obras Públicas,  me di cuenta que acceder al mundo laboral iba a ser una tarea ardua y complicada, que demandaría constancia y fortaleza mental por mi parte.

Veía como muchos conocidos, amigos y familiares, que se habían preocupado minuciosamente en su formación, en teoría, por un futuro mejor, de repente, se encontraban estancados debido a distintos factores, principalmente por el panorama acaecido a raíz del inicio de la crisis económica y la profunda depresión en la que entraron algunos sectores, en concreto, la construcción, e ingenierías en general.

Fue una etapa dura, sin lugar a dudas, en la que compaginaba trabajos en periodos de prácticas, muchas veces sin cobrar, con los estudios de ingeniería y máster, pero poco a poco, gracias a la experiencia que estaba adquiriendo, me daba cuenta que cada vez las empresas me valoraban más, y se interesaban un poco más en mí.

No obstante, y aun con todo, las pocas ofertas de trabajo que salían a la luz pedían experiencia, por lo que todos ellos entraban en un bucle de sobre formación y falta de experiencia que les impedía acceder al mundo laboral, y les obligaba, a buscar alternativas, siendo la más solicitada el irse fuera de las islas, a península e incluso a otros países.

La experiencia lo es todo.

Por ello, aún sin terminar la carrera me propuse y puse todo mi empeño en trabajar en los sectores que, de alguna forma u otra me atraían. Es ahí donde jugó un papel importante la FULP, como herramienta de apoyo a alumnos y profesionales demandantes de empleo, por medio de la cual desarrollé distintos periodos de prácticas, que me ayudaron a crecer profesionalmente. Fue una etapa dura, sin lugar a dudas, en la que compaginaba trabajos en periodos de prácticas, muchas veces sin cobrar, con los estudios de ingeniería y máster, pero poco a poco, gracias a la experiencia que estaba adquiriendo, me daba cuenta que cada vez las empresas me valoraban más, y se interesaban un poco más en mí.

Finalmente, llegué a la conclusión de que la experiencia lo es todo y la formación pese a ser tremendamente importante, evidentemente bajo mi criterio, para a ser un complemento de ésta.

El Programa Inserta. Un trampolín hacia el mundo laboral .

En mi etapa más reciente, fui seleccionado por una importante empresa regional, de consultoría estratégica, en la que desarrollé el puesto de redactor de proyectos, durante 10 meses, como becario del programa inserta promovido por la FULP, tras la cual me contrataron como consultor y en la que permanezco actualmente, formando parte de un equipo profesional increíble.

Dicha experiencia ha sido muy agradable, tanto por el trato de la empresa, como por parte de la FULP, preocupándose continuamente por mi avance. He aprendido muchísimos aspectos y conceptos del mundo laboral, con los que aún no contaba, y me ha enriquecido no sólo a nivel profesional, sino que también a nivel personal y social.

No obstante, sería interesante que la formación añadida y obligatoria del Programa Inserta fuera algo más específica según el puesto que cada uno desempeñe en las empresas destino.

Recomiendo encarecidamente que se animen a presentarse a las candidaturas del Programa Inserta ya que considero que son un importante trampolín hacia el mundo laboral. Así como las ofertas de prácticas, siendo también una alternativa a considerar.