Soy Sara Luque Domínguez y estoy haciendo el programa Inserta en el grupo hotelero Servatur.

Vivimos en una isla muy turística, por lo que decidí hacer la carrera de Traducción e Interpretación para mejorar los idiomas más hablados por los turistas. Una vez acabada la carrera y sin perspectivas de trabajo inmediato, decidí, como muchos de nosotros, tomarme un tiempo para mí. Y fue en uno de esos momentos de relax en la playa cuando recordé el folleto informativo que me dieron en la Fundación Universitaria cierto día que fui a recoger un título de un curso. Las cosas no planeadas son las mejores, y me encanta dejarme llevar y vivir la experiencia.

Recuerdo que al llegar a casa busqué el papelito y accedí a la página web. Rellené todos los datos y eché un vistazo a todas las ofertas que había. Me inscribí en varias cadenas hoteleras y empresas. Cada día revisaba el estado de mis inscripciones y me sorprendió bastante que estos empresarios mantuvieran al día las ofertas. En algunas me rechazaron, en otras pasaba de fase y con el grupo Servatur me llamaron a los 3 días.

De estar tranquilita en una playa pensando en el verano y en qué hacer, me vi buscando ropa para trabajar y sin vacaciones de verano.

Me llamaron y quedamos al día siguiente para hacer una entrevista. Al día siguiente me llamaron para empezar en dos días. ¡Era una locura! De estar tranquilita en una playa pensando en el verano y en qué hacer, me vi buscando ropa para trabajar y sin vacaciones de verano.

Mi experiencia en la recepción del hotel está siendo estupenda. No es nada en comparación con lo que había imaginado. Es una de esas profesiones que piensas que no trabajan, como los profesores (sólo enseñas cómo tienen que sumar 2+2, falso), y la verdad es que la jornada laboral se pasa volando. Tenemos muchas cosas que hacer (reservas, atención al cliente, atender al teléfono, ayudar a los clientes como traductores con otras personas, vender excursiones, recomendar restaurantes…) y lo mejor de todo es que hablamos. Yo no soy de esas personas que “hablan por los codos”, pero en este puesto te pones a hablar con uno y con otro y te lo pasas genial. ¿Sabías que los pasaportes de Nueva Zelanda son negros? ¿O que los escandinavos decoran la puerta de la casa (aquí apartamento) cuando es su aniversario de bodas? Hay muchas cositas de sus culturas que podemos aprender en estos puestos. A veces también tienes que ser una enciclopedia, porque te preguntan. Te preguntan cosas extrañas para ti de las que no eres consciente al vivir en España como ¿El centro comercial está abierto ahora o está cerrado por la siesta? ¡La siesta es famosa!

Quizás no te interese mi experiencia en este trabajo específico, pero si estás pensando en hacer el programa Inserta te lo recomiendo al 100%.

El programa en sí es una lanzadera al mundo laboral. De momento voy por mi sexto mes y he aprendido muchísimo. Los compañeros que me han tocado son muy buenos. He tenido mucha suerte al entrar en un grupo que se lleva tan bien y, además, hay otros dos becarios conmigo. Nos ayudamos entre todos y todos son tutores de nosotros.

Antes los becarios no cobraban nada. Aquí te ayudan y puedes incluir en tu currículo que tienes 10 meses de experiencia 

La ayuda económica que dan es suficiente para pagarte la gasolina del traslado y algún caprichito, hay que ser honestos. Pero, como dicen los experimentados: antes los becarios no cobraban nada. Aquí te ayudan, y puedes incluir en tu currículo que tienes 10 meses de experiencia con la empresa. Si tienes suerte, puedes formar parte de la plantilla al acabar el programa como ha pasado con otros compañeros. Incluso, en este hotel donde trabajo hay una chica que hizo un programa anterior a este y forma parte de la plantilla.

No dudes, ¡hazla!