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Meritocracia: la urgencia por adaptar el talento a la realidad laboral

7/12/2015
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La necesidad de profesionales con capacidades adecuadas a las exigencias del mercado de trabajo activa la meritocracia en las organizaciones, ante la urgencia por adaptar el talento a la realidad laboral.

Livity da a los jóvenes orientación y formación para mejorar sus oportunidades de éxito profesional. Pero esta firma londinense no es una organización comunitaria o sin ánimo de lucro. Se trata de una agencia de márketing que utiliza la experiencia que obtiene de un grupo diverso de jóvenes para obtener contratos de campañas dirigidas a las audiencias del futuro, y cuenta entre sus clientes a Google, Tesco y Barclays.

Se tiende cada vez más a apoyar este tipo de proyectos y se muestra un interés creciente en la intervención del sector privado para promover una sociedad que dé más importancia a los méritos. "Los gobiernos están abandonando esta área, reduciendo el gasto público, por lo que se hace necesario que el sector corporativo cubra el vacío", explica Colin Mayer, catedrático de gestión de la Sad Business School de la Universidad de Oxford. La misión de Livity consiste, en parte, en demostrar que los objetivos de ganar dinero y fomentar una sociedad moldeada por el mérito frente a los privilegios no se excluyen mutuamente.

Pero no todas las empresas se prestarán al modelo de Livity. Si el sector privado quiere participar para fomentar una población activa en la que todo el mundo, sin importar su origen o etnia, tenga la posibilidad de triunfar, la pregunta para las compañías es cómo deberían abordar exactamente este proceso.

Invertir en formación

Evidentemente, la inversión más importante que pueden hacer las empresas afecta a la formación de sus propias plantillas. Y esta es una inversión que no resulta difícil de justificar. "Obviamente, hay muchas evidencias de que ofrecer a los empleados la posibilidad de formarse tiene beneficios significativos para las organizaciones", confirma Colin Mayer.

Durante el proceso de contratación, las empresas también están reconociendo los beneficios de incorporar a profesionales cualificados de un mercado laboral con diversidad socioeconómica, étnica, mental, física, de género o de orientación sexual.

Esto implica adoptar un enfoque más abierto en las contrataciones. Enterprise, la mayor firma mundial de alquiler de coches, cree que puede enseñar a los nuevos trabajadores los conocimientos que necesitan, y por lo tanto mira más allá de su educación. "Nos concentramos en las aptitudes que un empleado potencial puede ofrecer a Enterprise, no sólo en los resultados finales de bachillerato o en su titulación. Contamos con más de 100 gestores de marca en distintos campus, muchos de los cuales asisten a instituciones que no forman parte del Russell Group", puede leerse a su entrada.

Lady Barbara Judge, presidenta del Institute of Directors, asegura que "sabemos que el entorno en el que crecen las personas influye mucho en el éxito que tendrán posteriormente en la vida, sin importar lo brillantes que puedan ser".

"Ese es un debate real para las empresas" asegura William Reese, presidente y consejero delegado de la International Youth Foundation de Baltimore. "Las organizaciones no pueden resolver estas cosas solas".

"Hay muchas evidencias que sugieren los beneficios mutuos que tiene para la empresa y la comunidad el hecho de que las empresas realicen ese tipo de inversiones", comenta Mayer. Por su parte, Reese expone que "las compañías tienen que ir un paso más allá, y pueden respaldar esto no sólo firmando cheques, sino también manteniendo un diálogo [con el Gobierno o las autoridades educativas] sobre los conocimientos que necesitan".

 Una economía mucho más basada en los méritos beneficia a todos, según afirma Brandee McHale, presidenta de Citi Foundation. "Vivimos en una sociedad en la que hay demasiadas barreras en el camino al éxito económico. Eso no es bueno ni para las empresas, ni para el sector público, ni para las comunidades o la sociedad".

 

Fuente: Expansión