Diez universidades españolas ya han solicitado la autorización para implantar grados de tres años a partir del próximo curso. En total, podrían ser 24 los grados que tengan esta duración, según ha confirmado el Ministerio de Educación.

Los centros que han solicitado estos nuevos Grados de tres años son, por un lado, tres universidades catalanas: la Universidad de Barcelona, Oberta de Cataluña y Pompeu Fabra; y otras siete privadas: Antonio de Nebrija, Alfonso X el Sabio y la Universidad Europea, en Madrid; la Universidad Católica de San Antonio en Murcia; la Universidad Europea, Miguel de Cervantes y la Internacional Isabel I de Castilla, en Castilla y León; y la Universidad Internacional de la Rioja, con formación online.

Las nuevas titulaciones impartirán 180 créditos cada una. Estos grados más cortos están amparados en el decreto conocido como 3+2, que se orienta a una reforma de los estudios universitarios vigente en España desde la implantación del Plan Bolonia, en 2009.Algunas de las nuevas titulaciones de varias universidades privadas son Grados que ahora se imparten en cuatro años. Un ejemplo es el Grado de Turismo de la Universidad Antonio de Nebrija, el Grado en Humanidades y Trabajo Social en la Universidad Internacional de La Rioja, y el Grado de Protocolo y Diseño de la Universidad Europea.

En cuanto a las universidades públicas, los nuevos Grados para los que se ya se ha solicitado autorización y que pasarían a ser de tres años son el Grado en Diseño y Creación Digital de la UOC, el Grado en Producción Digital de la UB, el Grado en Global Studies de la UPF (impartido 100% en inglés), y el Grado en Bioinformática de la UPF en colaboración con la UB y la Universidad Politécnica de Cataluña.Algunos expertos consideran que el hecho de hacer titulaciones más cortas servirá para atraer a más estudiantes internacionales, ya que en España tan solo el 3% de los estudiantes universitarios es extranjero. Sin embargo, también han comenzado a escucharse las primeras voces en contra de la nueva estructura 3+2, que ya ha sido criticada por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, el sindicato más representativo de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Desde el sindicato se considera que la medida no solo empeora la calidad docente, sino que expulsará al alumnado con menor poder adquisitivo, lo que se traducirá en un impacto negativo en la financiación para las universidades públicas y generará beneficio a las privadas. El sindicato también cree que el nuevo modelo reducirá en un 25% los títulos de Grado y abrirán las puertas a nuevos recortes de profesorado universitario.

Fuente: AprendeMas