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La Fundación ha ayudado a mejorar la empleabilidad de más de 15.000 personas en 2019

En su primera sesión presencial tras la pandemia, el Patronato aprobó seguir impulsando más aún si cabe, la digitalización de las organizaciones.

La Fundación Universitaria de Las Palmas ha celebrado su primer Patronato tras la pandemia, un encuentro en el que sus miembros pudieron conocer las principales magnitudes de su actividad a lo largo de 2019 y aprobar las cuentas del pasado ejercicio. Además, de la mano de su presidente, Carlos Estévez, se constató el gran esfuerzo que tanto la institución como los miles de beneficiarios a los que atiende, tuvieron que realizar para continuar con los diferentes programas durante el estado de alarma y consiguiente confinamiento. 

Publicación en el diario de La Provincia, 20 de julio de 2020

Unos meses en los que la Fundación no cesó en su actividad sino que muy al contrario, impulsó varias acciones con su campaña #VuelveConMás para paliar los efectos de la crisis, donde ofreció de forma gratuita la plataforma de cursos online, concedió 200 becas de idiomas para la mejora de una segunda lengua y creó un banco de voluntarios al que se adscribieron numerosas organizaciones de la Isla.

“La incertidumbre que reina hoy no tiene que ser una losa sino que tenemos que construir sobre ella. Se nos abrió una rampa donde hasta ahora, había un escalón”

En este sentido, Estévez reconoció que “hoy en día lo que reina es la incertidumbre. Pero esta incertidumbre no tiene que ser una losa sino que tenemos que construir sobre ella. Se nos abrió una rampa donde hasta ahora, había un escalón”. Por ello, el presidente de la Fundación aseguró ante un numeroso grupo de patronos que “esta sensación es contagiosa y no podemos permitir que debilite nuestra estrategia. Al contrario, nos debe servir de empuje para construir algo nuevo”. El resumen de la memoria de actividad arroja cifras que demuestran el compromiso de la Fundación con la mejora de la empleabilidad. Un ejemplo son las 15.107 personas que se beneficiaron de alguno de los muchos programas que buscan precisamente eso, ayudar a los individuos a encontrar oportunidades laborales a través de una mejora de su formación, ya sean licenciados superiores, personas que están en el paro de larga duración y que tienen una carrera profesional a sus espaldas pero que se han quedado fuera del mercado, titulados de formación profesional e incluso emprendedores que necesitan de ayuda para hacer realidad su idea de negocio.

Para llevar a cabo esta gestión, Carlos Estévez resaltó que sería imposible sin la implicación de muchas entidades que apoyan diferentes iniciativas. Es el caso de la Fundación MAPFRE Guanarteme, que además de ceder un espacio físico para albergar programas y eventos de la Fundación Universitaria, también colabora con presupuesto para llevar a cabo actuaciones conjuntas en materia de capacitación para el empleo, como el Programa +35 o las Ayudas a Emprendedores. “Tenemos aliados excepcionales como MAPFRE que nos permiten asumir más programas, al igual que el Cabildo de Gran Canaria y su apuesta por los Incentivos a la Contratación, o el Gobierno de Canarias a través de varias áreas como la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información o el Servicio Canario de Empleo”, aseguró el presidente, a lo que añadió que “a estas se le unen otras fundaciones como DISA, Sabadell y por supuesto, la propia ULPGC”.

“Tenemos que ser creativos, al igual que lo fueron los niños durante el confinamiento, en un ejercicio de optimismo y adaptación”

Capítulo importante a tratar fue el de la digitalización de las personas y de las organizaciones. Y es aquí donde la Fundación quiere seguir impulsando, más aún si cabe, la puesta al día en el entorno digital. De hecho, y empezando por la propia plantilla de la FULP, se ha avanzado mucho en el teletrabajo como consecuencia de la crisis de la COVID-19. Tal y como señaló Estévez, “durante el confinamiento han sido los niños los que se han convertido en maestros. Son ellos a los que tenemos que tomar como un ejemplo extraordinario de adaptación, de optimismo, de creatividad. Intentaban de todo en su día a día, sin ofrecer resistencia al cambio y buscando alternativas a situaciones complejas”. Por eso en su opinión, debemos continuar en esa línea de buscar soluciones creativas. 

Por otro lado, los patronos conocieron datos como el nivel de cumplimiento del código de buenas prácticas y buen gobierno, que se ha situado en un 93,7% tan sólo un año después de su implantación en la organización. 

También las cifras del Programa de Formación Dual Inserta son un reflejo de la necesidad de este tipo de proyectos: el pasado año un total de 452 titulados universitarios y de formación profesional de grado superior pudieron completar sus conocimientos con estancias en empresas. Según un estudio elaborado por la Fundación, el 74% de los beneficiarios que han participado en anteriores ediciones, está trabajando y un 42% de ellos incluso continúa en la misma empresa de acogida. Por eso, el 96% de los encuestados recomendarían hacer el Inserta. 

Algo similar ocurre con el nivel de satisfacción de los participantes del programa Digitalizados, que fue seguido por 273 usuarios y le dan un 8,67 sobre una calificación de 10. O los integrantes de la última edición del programa Gestores de la Innovación cuyo nivel de satisfacción se situó en un 93%.

A corto plazo, la Fundación lanzará la segunda edición del Curso de Experto Universitario en Competencias Digitales con el apoyo de las instituciones que ya participaron en su primera edición y que han confirmado que para ellos es un proyecto de vital importancia como su contribución a la digitalización, mientras que también repetirá su convocatoria de Fondo de Ayudas que el pasado año contó con un presupuesto de 180.000 euros para sus programas de mecenazgo