Los retos de la economía española anteriores a la pandemia, que con frecuencia se han visto agudizados por esta, afectan de manera especial a los jóvenes: sistema educativo, mercado de trabajo, vivienda, incertidumbre e inestabilidad de la renta. Además, los universitarios españoles tienen más dificultad para encontrar empleo y acceder a un puesto acorde a su formación, independientemente de su especialización, según recoge el informe ‘La crisis del Covid-19 y su impacto sobre las condiciones económicas de las generaciones jóvenes’, realizado por Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España. 

La incertidumbre sobre la renta futura es mayor entre los jóvenes, una incertidumbre que se incrementa exponencialmente en situaciones de crisis como la actual. Consciente de la realidad del desempleo de los jóvenes universitarios de las Islas, la Fundación Universitaria de Las Palmas se propone diseñar modelos de entornos que estimulen su incorporación al mercado laboral. 

Artículo publicado en el periódico La Provincia el 30 de junio de 2021

El último ciclo expansivo no fue suficiente para recuperar los ingresos de los hogares jóvenes tras la crisis de 2008. Los jóvenes presentan una tasa de empleo menor al resto de la población y una tasa significativamente mayor de individuos sin ingresos laborales, elemento clave a efectos de analizar la evolución de la desigualdad. La población joven tiene una vinculación frágil con el mercado laboral con acusada reducción tanto de las horas como de la duración de sus contratos. 

La pandemia, además, ha profundizado en esta precariedad. De hecho,  jóvenes, trabajadores temporales y de menor antigüedad, han sido los menos beneficiados por los ERTES puestos en marcha para tratar de mantener el empleo durante la inactividad económica. 

Entornos estimulantes

“Nuestro papel es servir de laboratorio, crear modelos que den respuesta a las necesidades y expectativas de los egresados universitarios”, relata el presidente de la Fundación Universitaria de Las Palmas, Carlos Estévez Domínguez. “Se trata de generar entornos de desarrollo (formación en competencias de empleabilidad), entornos de prueba (prácticas y becas) y entornos de vida (empleo digno) que estimulen la actividad orientada a los jóvenes. 

Las altas tasas de desempleo y temporalidad de los jóvenes en Canarias, la falta de expectativas pese a una gran cualificación, arrastran a las nuevas generaciones al desánimo. “El pesimismo es el mayor riesgo al que nos enfrentamos. Los jóvenes se han sentido engañados por una sociedad que les ha vendido una historia falsa según la cual sus esfuerzos en los estudios universitarios y de posgrado se verían recompensados con mejores ofertas de empleo”, asevera Estévez.

Para el presidente de la institución, Carlos Estévez, sería más correcto hablar de “infraempleos” que de “sobrecualificación”

La falta de oportunidades profesionales ha propiciado que más jóvenes continúen sus estudios con cursos de especialización y masters.  Para el presidente de la FULP sería más correcto hablar de “infraempleos” que de “sobrecualificación”. “El desempleo de los jóvenes con formación universitaria es una herida sangrante que hay que curar porque con ella abierta no se puede avanzar”, sostiene el presidente de la Fundación Universitaria.

En este sentido Estévez reclamó que el diseño de planes de reactivación económica contemple medidas concretas para los jóvenes. “El ascensor social ya no funciona. Pese a contar con una mejor y mayor formación, las nuevas generaciones no logran mejorar la calidad de vida de sus antecesores”. 

La situación actual es una “hipoteca social” con repercusiones para toda la población. “El desempleo juvenil nos compete a todos. Es un problema de todos y es un fracaso de todos”, advierte Carlos Estévez.