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ACTUALIDAD / NOTICIAS

Cierre del programa InsertaTIC con una jornada sobre tecnohumanismo

21/11/2018

La Fundación Universitaria de Las Palmas ha celebrado esta mañana el evento de clausura del proyecto InsertaTIC cuyo objetivo ha sido, a lo largo de 24 meses, la transferencia de conocimiento entre los centros de investigación de Senegal, Madeira y Canarias, en el marco del Programa de Cooperación Territorial Interreg V A España-Portugal (MAC 2014-2020), financiado en un 85% por los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER).

En el acto han participado el presidente de la Fundación, Carlos Estévez; técnicos del proyecto y expertos en el ámbito de las tecnologías digitales que han compartido con los asistentes, entre los que también se encontraban representantes de StarUp Madeira y del Instituto Tecnológico de Canarias, las conclusiones de esta iniciativa.

El programa ha tenido tres líneas de trabajo donde por un lado, se han identificado las necesidades de innovación empresarial de las PYMES y micropymes de las regiones participantes; se ha incrementado el número de profesionales que se pueden incorporar al tejido empresarial, como pueden ser jóvenes estudiantes y recién titulados que han realizado un programa formativo para mejorar sus habilidades mediante el uso de las TIC; y finalmente, se ha diseñado una plataforma para transferir todo este conocimiento entre los diferentes grupos de investigación y empresas.

Todas las actuaciones se han desarrollado de forma similar entre Canarias, Senegal y Madeira, de tal forma que el alcance y el impacto social que tendrá en cada territorio será  positivo puesto que permitirá la capacitación de profesionales y jóvenes recién titulados en competencias digitales, así como el desarrollo de nuevos proyectos empresariales con un uso intensivo de las TIC.

 

 Jornada de tecnohumanismo

En el marco del cierre de InsertaTIC, la Fundación ha organizado una jornada de tecnohumanismo, inteligencia artificial, chatbots y blockchain, la tecnología sobre la que está creada bitcoin y otras criptomonedas. El objetivo ha sido demostrar cómo las tecnologías de la transformación inciden en los humanos y en la sociedad a nivel global, y para ello se llevó a cabo una demostración en directo de la implantación de un microchip en una persona y la creación de un ciborg (cuya definición técnica es un ser formado por materia viva y dispositivos electrónicos).

Durante la inauguración del evento, el presidente de la Fundación, Carlos Estévez, afirmó que “dentro de los programas que desarrollamos, actuamos sobre el desajuste que existe entre las empresas que están preocupadas por adentrarse en la transformación digital y la dificultad de encontrar  perfiles que sean capaces de lograrlo e incorporarlos a sus plantillas. Se da la circunstancia de que los profesionales que están formados en ello suelen ser emprendedores que quieren trabajar desde la autonomía y la independencia, con lo que se hace difícil que quieran formar parte de esas organizaciones. Ante esto sólo quedan dos caminos: o formar a los empleados o ofrecer formación a individuos que tengan el deseo de incorporarse a las empresas aportando conocimiento digital. Y en esta esfera es donde la Fundación interviene, con cursos e iniciativas como esta que hoy clausuramos de InsertaTIC. Se trata de una oportunidad muy esperanzadora para todo aquel que quiera aportar nuevos aires a las empresas y ayudarles a conservar o mejorar el negocio en un entorno cada vez más competitivo”.

Por su parte, Octavio Suárez, especialista en tecnología aplicada al sector educativo, señaló que “debemos entender el idioma que hablan las TIC para no caer en la trampa de las grandes empresas tecnológicas. El modelo anterior de la revolución digital se ha dado cuenta de que detrás de la comunicación, siempre hay un ser humano. A los humanos no nos gusta que nos engañen, y numerosos proyectos emprendedores han muerto por el camino al no entender esto. Ahora no nos interesa el producto o el servicio, sino la experiencia. Y esto se empieza a conseguir con nuevos desarrollos en el ámbito de la realidad virtual, la realidad aumentada y la realidad mixta. Aquí tenemos una amplitud enorme de oportunidades de negocio. Porque no debemos tener miedo a las TIC, como por ejemplo la robótica. Lo que tenemos es que aprender a programar a esos robots para que hagan el trabajo de forma más eficiente que nosotros mismos y que participen de nuestra vida”.

Para hablar de cómo debe ser la interacción entre el humano y la máquina, Isabel Planells, experta en inteligencia artificial, indicó que “la humanidad siempre ha estado soñando cómo interactuar con la máquina. Hemos evolucionado desde el teclado hasta las pantallas táctiles o micrófonos por ondas del lenguaje. Incluso actualmente se está experimentando con la realidad virtual para interactuar con los movimientos de nuestro cuerpo. Pero sigue faltando un elemento principal: el lenguaje natural a través del habla”. En este sentido, Planells explicó cómo los chatbots están aportando soluciones a ello. “Un chatbot –explicó- es un algoritmo que es capaz de interpretar el lenguaje natural y convertirlo en acciones que pueden ejecutar un robot. Es muy útil para ser más eficaces en nuestras actividades cotidianas y pronto podremos pedir cita en la peluquería o hacer transferencias bancarias sin entrar en ninguna aplicación”.

Asimismo, Miki Vázquez, profesional del ámbito del software, aclaró conceptos como el blockchain y la criptomoneda, e insistió en que “al igual que estamos digitalizando todos los procesos y las relaciones entre los humanos, también lo estamos aplicando a la transferencia de valor entre las personas, es decir, el dinero digital. Las ventajas del bitcoin, que es una moneda digital, es que no se puede falsificar, no se puede gastar dos veces en dos sitios distintos, es deseado y además, escaso. Además, la confianza no está depositada en los mandatarios de un país, sino en el código fuente del blockchain, o de la cadena de bloques, que no deja de ser un libro de contabilidad distribuido en bloques donde las personas van colocando sus transacciones”.

La intervención de José Manuel Sánchez, ingeniero y mentor de diversos proyectos emprendedores digitales, sirvió para explicar cómo aplicar la inteligencia artificial a los negocios. Según este experto, “ya se empieza a mezclar y a fundir la realidad física con la realidad digital, y nos costará distinguir qué es cada una y cómo forma parte de la otra. La base del entendimiento humano es el diálogo y la capacidad de interactuar. Esto ya lo pueden hacer las máquinas, que son capaces del reconocimiento de la voz y visual. Pero además, están aprendiendo a interpretar la forma en que los humanos tomamos las decisiones, identificando patrones que al fin y al cabo, es como pensamos nosotros. Son una modelización de cómo funciona nuestro cerebro. La industria 4.0 busca fabricar productos y servicios de manera automatizada y personalizada. Para la empresa podría ser factible aplicar la inteligencia artificial a la gestión de recursos humanos, por ejemplo, o a la toma de decisiones puesto que analiza información y aporta datos para que corramos menos riesgos”.

Para finalizar la jornada, Juan Melo, informático y fundador de una de las únicas seis empresas mundiales que se dedican a implantar microchips, habló sobre las ventajas que ofrece insertar un microchip en un humano, por ejemplo, en su mano, entre el índice y el pulgar, porque “nos aporta dos valores, la seguridad y la libertad. Ahora mismo somos esclavos de llevar objetos con nosotros, pero con un chip tienes la libertad de abrir puertas, cajas fuertes y cualquier acceso que cumpla con la tecnología adecuada. Además, en las empresas se puede implantar, de forma voluntaria, a las plantillas, y acceder a la oficina o al ordenador a través del microchip. También es una solución sencilla para almacenar datos sanitarios que facilitan, por ejemplo, la atención de un paciente en una ambulancia. En definitiva, esto es el transhumanismo, que busca evolucionar al ser humano con la tecnología”.

Al término de las intervenciones, se llevó a cabo el implante en directo de un microchip en la mano de una persona, creándose así un ciborg en tiempo real.